Los escritores de graffiti en el tiempo

Los escritores de graffiti en el tiempo

Por Street

Sin importar la procedencia, sea del norte, sur, oriente, poniente, o de cualquier otra cultura, americana, centroamericana, sudamericana, europea, asiática, la escritura clandestina, ese síntoma social de apropiarse del espacio público a través de las letras, ha sido una actividad constante a lo largo de los siglos.

Foto: FIKOR (Street Active Lifestyle, 2018)

Con el estudio del atropólogo Raffaele Garruchi llamado Graffiti de Pompéi: inscriptions et gravures tracées au stylet (Graffiti de Pompeya: inscripciones y grabados hechos con una punta), la escritura clandestina fue identificada con el nombre de graffiti, en el año 1856 aproximadamente. Ahí se analizaron las inscripciones clandestinas de mensajes en contra de alguna autoridad, sistema social o personas, que se encontraron en los muros de la ciudad de Pompeya, conservados bajo las cenizas esparcidas por el volcán Vesubio en el año 79 d.C, hasta que fueron descubiertas en el siglo XIX.

Foto: BROTE • TRAK • OKTON • DAOS (Street Active Lifestyle, 2018)

En investigaciones acerca de diversas civilizaciones antiguas, el graffiti ha sido posible a partir de la existencia de la escritura, en la expresión de símbolos, palabras, enunciados o frases, en actos de oposición y competencia, según el historiador Angelos Chaniotis. Estas dos constantes prevalecen hasta nuestros días, salvo por su valor discursivo, que comenzó a cambiar desde las décadas 60 y 70. La escritura clandestina se tornó entonces un ejercicio de mensajes personales o de simbologías comprensibles para un sector poblacional muy reducido, o en pocas palabras pa´la banda; desde el nombre de una calle, el pseudónimo de alguien, plasmados en los muros del espacio público con la escritura o una firma. 

Foto: ZOMBRA • SEKER (Street Active Lifestyle, 2016)

México

La historia de la escritura clandestina en México seguramente se realizaba desde las culturas prehispánicas, por el inherente poder de la escritura simbólica de nuestros antepasados, y por la naturaleza de las guerras tribales entre culturas y civilizaciones, resultantes en un ganador y un perdedor, un conquistador y un oprimido.

Para el chicano Chaz Bojorquez, estudioso de la caligrafía tradicional china y pionero en exhibir y comunicar la caligrafía callejera chola, como otro elemento que debería figurar en la historia del arte: He estado tratando de reconstruir la historia de nuestra cultura de pandillas a través de entrevistas con viejos pachucos de la década de los 40. Ellos aseguran que todas las letras llegaron de México a través de la ciudad fronteriza de El Paso durante la Revolución mexicana. Se escribieron signos con la tipografía de más prestigio, Old English o Gothic […] Nosotros escribimos lo que se heredó a través de generaciones; escribimos nuestros nombres en los muros para reflejar nuestro pasado mexicano en Estados Unidos. —Grafiti DF, 2017

Foto: AFEKS (Street Active Lifestyle, 2018)

En la actualidad puedo decir que México está en el mapa. Muchos extranjeros quieren venir a pintar nuestros metros o ciudades. Un buen amigo me decía que la ciudad de México hoy en día es considerada como el New York de los 80, porque hay mucha gente pintando las calles, opina SILER, quien literalmente se ha ganado a puño y letra el nombramiento de all city writer de México, por encontrarse en casi cualquier rincón de la ciudad o quizá del pías. Algunos extranjeros aventurados en conocer el graffiti de la ciudad regresan a sus países impresionados por la gran cantidad de escritores existentes en México, y por la variedad de estilos de escritura de graffiti tan disimiles a los de otras culturas. 

Foto: DUNCK • SILER (Street Active Lifestyle, 2017)

En la cultura del graffiti existe una regla primordial, donde el tag (firma) es inferior a la bomba (escritura de la letra con volumen), y ésta es inferior a la pieza (escritura con colores, volumen, dimesiones, sombras, brillos, texturas, etc.), por tanto una “bomba mata tag y una pieza mata bomba”, así la jerarquía de acción callejera donde es posible pintar uno encima de otro, sin importar si el escritor es un padre o madre de familia, abogado, médico, policía, político, ingeniero, maestro de educación física, empresario o aviador, porque en el juego del graffiti lo que vale se demuestra en las calles, con perseverancia, estilo, permanencia y antigüedad. 

Foto: DEFEK • SMOG (Street Active Lifestyle, 2018)

Sabemos quién es el original y quién lo copia. Hay gente que es la cabeza de esto y otra que es la fila que va tras ella. La única diferencia que veo es que ahora cualquiera tiene los medios para hacer lo que sea en la calle, tenga experiencia o no. El internet y las redes sociales juegan un papel importante, por gusto, dinero, fama o diversión, el graffiti está al alcance de muchos, menciona DEFEK, quien ha llamado la atención de viejas y nuevas generaciones, posible de identificar sobre las avenidas más transitadas de norte a sur.

El graffiti, como parte de su origen, se practica en el espacio público desde hace siglos. Se trata de un irremediable fenómeno que ha acompañado a la humanidad desde el inicio de sus expresiones escritas, y hoy en día se mantiene vigente apareciendo cada noche a lo largo y ancho de las ciudades del mundo. La ciudad también es mía, concluye DEFEK.

sigue en el camino

Síguenos en YouTube y conoce nuestra documentación en calle.